Aunque son ampliamente utilizadas, las actividades offshore han estado bajo escrutinio en los últimos años. Debido a la creciente presión internacional, los escándalos fiscales y el endurecimiento de la auditoría tributaria, ha sido necesario ajustar las prácticas procesales y contables, así como las regulaciones sobre las sociedades offshore.
Actualmente, establecer una empresa en una jurisdicción extranjera (lo que se conoce como corporación offshore) demanda total claridad sobre las diferentes normativas y acuerdos de doble imposición que rodean estos procedimientos legítimos. Por ello, hemos recopilado información de valor sobre los requisitos legales, los mecanismos de supervisión y las obligaciones que recaen sobre los propietarios y administradores.
¿Son Legales las Corporaciones Offshore?
En esencia, estas estructuras internacionales son legales, siempre y cuando se respeten las regulaciones sobre las sociedades offshore, tanto en las jurisdicciones de constitución como en el país de origen del propietario. Una estructura de negocios offshore debidamente registrada que lleva informes tributarios y mantiene sus registros contables en orden actúa dentro del marco permitido por la ley, aunque ciertas acciones indebidas pueden convertirla en un caso de evasión o en un uso no autorizado según las normas locales.
Autoridades Reguladoras
Las autoridades reguladoras tienen la función de vigilar las operaciones de estas entidades, supervisando el uso que se les da. Instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), el Fondo Monetario Internacional y los departamentos de hacienda de diversos países han delineado controles comunes. Entre estos se encuentran los acuerdos de doble imposición, los estándares de información y los convenios multilaterales.
Las autoridades reguladoras también supervisan la aplicación de pautas como FATCA, el Estándar Común de Reporte, las normas KYC (Conozca a su cliente, en español), y la implementación de reglas de antilavado de dinero. Estos lineamientos sobre las sociedades offshore se detallan más adelante.
Cumplimiento de Registros Contables
Aunque algunas jurisdicciones tienen leyes de privacidad que protegen ciertos datos empresariales, esto no exime a las compañías de sus obligaciones fiscales. Mantener registros contables adecuados es un requisito legal que funciona en conjunto con las normas de privacidad, no en su contra.
La ley exige que estos documentos reflejen con precisión los movimientos financieros y estén disponibles si las autoridades los solicitan. Si no se cumplen estas regulaciones para las sociedades offshore, las sanciones pueden ir desde multas hasta la pérdida del estatus legal de la empresa.
El agente registrado, la entidad legal designada para representar a la sociedad, debe tener acceso directo a esta información o, al menos, saber con exactitud dónde se encuentran los documentos físicos. Si esto no se cumple, la ley otorga al agente el derecho e incluso el deber de renunciar para no asumir responsabilidad por una sociedad que incumple sus obligaciones. Esto deja a la empresa sin representación legal hasta que se corrijan las deficiencias.
Requisitos Legales para Crear una Empresa Offshore
Crear una empresa offshore implica obedecer una serie de requisitos legales desde el primer momento. Cada jurisdicción tiene sus propias reglas, que van desde el capital mínimo exigido hasta el tipo de estructura que puede formar (como una IBC, LLP o SRL) y las licencias específicas que necesita. Por ejemplo, algunas jurisdicciones pueden pedir que la sociedad tenga un director residente, mientras que otras podrían exigir la presentación de un plan de negocios detallado o la apertura de una cuenta bancaria local antes de la aprobación final.
Estas regulaciones sobre las sociedades offshore y requisitos legales no se limitan al acto constitutivo. También se debe dar cumplimiento a las obligaciones tributarias del país de origen. Las leyes de reporte cruzado y los tratados bilaterales que piden declarar cualquier ingreso o activo mantenido fuera del territorio nacional.
Entre los estándares de regulación sobre las sociedades offshore están aquellos esfuerzos de jurisdicciones que exigen demostrar la sustancia económica. Esto significa que no basta con estar registrado en un lugar; la empresa debe tener una presencia real en el país donde opera. En algunos casos esto implica, tener una oficina física y gastos operativos que sean proporcionales a la actividad.
Si una entidad no respeta esta sustancia económica, puede ser vista como algo artificial y ser sujeta a revisión por parte de las autoridades reguladoras. Esto, a su vez, podría resultar en sanciones o incluso en la pérdida de su condición legal.
Acuerdos de Doble Imposición
Los acuerdos de doble imposición permiten que los estados cooperen en materia tributaria, con el objetivo de evitar que una persona o empresa pague impuestos dos veces sobre los mismos ingresos: una vez en el país donde se generaron y otra en su país de residencia fiscal. Para las compañías offshore, estos tratados establecen la tasa de retención que puede aplicar cada gobierno. Este es el porcentaje que se descuenta de pagos como dividendos, intereses o regalías antes de que el dinero llegue al destinatario.
Cada vez más países están firmando estos acuerdos de doble imposición, que establecen los criterios para resolver conflictos entre jurisdicciones, siempre respetando el principio de residencia o fuente de ingreso. Las autoridades tributarias usan estas regulaciones sobre las sociedades offshore para detectar la elusión fiscal, especialmente cuando un beneficiario intenta ocultar ingresos a través de estructuras intermedias.
Normas Internacionales de Transparencia y Antilavado de Dinero
Los controles impositivos y financieros evolucionaron a raíz de los acuerdos internacionales. Las regulaciones sobre las sociedades offshore se alinean hoy con normativas estrictas de transparencia, intercambio de información y reportes obligatorios. Esto con el propósito de combatir la evasión fiscal, el financiamiento ilícito y la manipulación de activos que antes escapaban del control estatal.
Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero (FATCA)
Estados Unidos fue pionero en establecer una norma tributaria con alcance mundial mediante la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero, conocida como FATCA. Esta ley requiere que ciudadanos y residentes fiscales estadounidenses declaren los activos que poseen fuera del país, lo que impacta directamente a las corporaciones offshore creadas por ellos. Además, obliga a las instituciones financieras extranjeras a reportar a la autoridad tributaria de EE.UU. cualquier cuenta vinculada a estos contribuyentes.
Esta es una de las regulaciones sobre las sociedades offshore más conocidas y exige que se declaren ingresos como los obtenidos por banca offshore, dividendos, intereses o ganancias de capital. Su aplicación es extra-territorial, lo que significa que si una compañía está registrada en otro país, pero controlada por un residente estadounidense, entra bajo la lupa de FATCA, con consecuencias impositivas.
Estándar Común de Reporte (CRS)
El Estándar Común de Reporte, promovido por la OCDE, establece mecanismos y regulaciones sobre las sociedades offshore para que más de 100 jurisdicciones compartan datos sobre los titulares de cuentas y los beneficiarios finales. A diferencia de FATCA, que es exclusivo de EE. UU., el CRS es un esfuerzo mucho más amplio.
La implementación del Estándar Común de Reporte obliga a bancos, fiduciarias y estructuras corporativas a identificar el beneficiario final de las corporación offshore y a reportar automáticamente los saldos, movimientos e ingresos a la autoridad tributaria del país de origen. La regulación sobre las sociedades offshore vela por la transparencia y disminuye el uso de entidades anónimas para ocultar el patrimonio.
Conozca a su cliente (KYC)
Los procedimientos KYC o Conozca a su Cliente se aplican durante la constitución y operación de una sociedad, ya que permite identificar con claridad al propietario real. Cualquier entidad que actúe como intermediaria, ya sea una fiduciaria, un banco o una consultora, tiene la obligación de verificar rigurosamente la identidad del solicitante, pidiendo pasaportes, comprobantes de domicilio y la fuente de sus fondos.
La KYC es parte de la regulación de sociedades offshore, en especial en lo relacionado con el antilavado de dinero. El propósito es prevenir que una corporación offshore o una cuenta extranjera sirvan para mover fondos de origen ilícito. Estas acciones evitan que el sistema financiero se vincule con operaciones como el contrabando, el narcotráfico o el terrorismo.
Sanciones por Incumplimiento y Mitigación de Riesgos
El incumplimiento de las regulaciones sobre las sociedades offshore trae consigo consecuencias directas. Las multas por no entregar registros contables a tiempo pueden ser elevadas. Además, las autoridades pueden suspender operaciones, cerrar el registro de la sociedad o incluso invalidar las licencias para que la empresa pueda operar.
Por ejemplo, en Estados Unidos, no declarar activos en el extranjero puede derivar en sanciones de hasta 50,000 dólares, además de un 40 % adicional sobre los ingresos no reportados si se hizo de forma intencional. Los bancos que no proporcionan la información requerida se arriesgan a que se les apliquen impuestos de retención. Como resultado, muchos han reforzado sus controles de Conozca a su Cliente (KYC) y adoptado el Estándar Común de Reporte (CRS).
Algunas jurisdicciones, como Seychelles, impiden que se nombre un nuevo agente registrado si el incumplimiento de las regulaciones sobre las sociedades offshore continúa, lo que bloquea su operatividad legal. En casos más graves, los activos de la empresa pueden quedar congelados por orden judicial, y los representantes legales pueden ser procesados por omisión dolosa de obligaciones contables.
Estructure Correctamente su Entidad Offshore
La fiscalización global es cada vez más estricta, buscando que las estructuras internacionales no se usen de forma indebida. Por eso, las regulaciones sobre las sociedades offshore van a seguir cambiando, siempre en línea con los tratados multilaterales, estándares de antilavado de dinero y los acuerdos económicos internacionales. Es importante mantener los registros contables en custodia formal, entregar las declaraciones requeridas y verificar los cambios normativos de los países involucrados.
Mitigar estos riesgos exige actuar con prevención. Seguir las normas KYC, presentar informes a tiempo, contratar servicios de auditoría y documentar la actividad evita sanciones y facilita el acceso a sistemas bancarios. En Kraemer & Kraemer, tenemos un equipo especializado listo para asesorarle en la parte legal, fiscal y de documentación, garantizando que su empresa cumpla con todas las regulaciones actuales sobre sociedades offshore. Contáctenos.
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